2 de noviembre:
orando por los hermanos difuntos


Es costumbre antigua
«encender luces» en las casas
como expresión pascual de fe
en la resurrección de Jesucristo
y en la resurrección de nuestra carne.
En muchas iglesias hoy arde
el cirio pascual
como profesión silenciosa
e iluminadora
de nuestra fe en la resurrección.

Lucernario en la víspera de la fiesta de santa Lucía 2020 (Canillejas, Madrid)

***

ORAMOS POR LO DIFUNTOS:
Imploramos, Cristo Señor, tu clemencia misericordiosa,
para que los nombres que recitamos ante tu altar
estén inscritos en el libro de la vida,
y el sacrificio de tu cena sea descanso para los difuntos
y salvación para los vivos. R. Amén.
Porque tú eres la vida de los que viven,
la salud de los enfermos,
y el descanso de todos los fieles difuntos
por todos los siglos de los siglos. R. Amén.
(cf. PS del JS lit Hisp-Moz)

AUDICIÓN:

Son unos versos del salmo 129 (De profundis)
que se usa en la liturgia funeraria
tanto del Rito Hispano
como del Rito Romano.
Abajo aparece la traducción.

V./ Speravit anima mea in Domino.
A custodia matutina usque ad noctem.
Sustinuit anima mea in verbo tuo, Domine.
Fiant aures tuae intendentes
in orationem servi tui.
R./  Usque ad noctem…

En román paladino:
Espera mi alma en el Señor.
desde la mañana hasta la noche.
Estén tus oídos atentos
a la oración de tu siervo.
Hasta la noche.

***

Celebración en la Ermita de san Isidro de la fiesta mariana del 21 noviembre en Rito Hispano-mozárabe (1994 c.).

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Novedad bibliográfica sobre espiritualidad visigoda:
Santidad en la Hispania Visigótica

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