Oramos hacia el altar, hacia Oriente

ad tuum altareEnseñanza de Juan Damasceno(Siria, s. VIII):

 

No es por casualidad que oramos mirando hacia Oriente (…). 

Porque Dios es Luz[1] y en la Escritura es llamado Sol de justicia[2] 
y también Oriente[3]
para darle culto nos volvemos hacia Oriente (…).

El bienaventurado David también dice:

“Cantad a Dios, todos los reinos de la tierra;
alabad al Señor
que cabalga sobre los cielos altísimos hacia Oriente”[4].

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