Peregrinación a Italia 2016

 

misa en Coromoto RHM1.- Llegada

La primera sorpresa fue  la iglesia de santa María del Coromoto. Un edificio moderno bastante agradable,  limpio, acogedor. Una simpática iglesia de barrio. Pero los frescos de Ruberval  Monteiro da Silva nos transportaron a otro horizonte. Allí estaba representado el Pantocrátor en toda su majestad, sentado sobre el arco iris, adorado por los ángeles y por el Tetramorfos, celebrado por el himno sanctus sanctus sanctus repetido incontables veces.  Era una pintura enraizada en lo mejor del gran arte cristiano –uno pensaba inmediatamente en los grandes frescos románicos o en lo mejor del arte bizantino. Es la representación del Dios cósmico al que adoramos cantando el trisagio en las misas de los martes. Señor del universo, sí, pero con las llagas de la Pasión.

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