Oración que San Eulogio, presbítero cordobés y mártir mozárabe (s. IX), compuso para las santas vírgenes Flora y María, a quienes decapitaron tres años antes que a él. Su fiesta se celebra el 9 de enero:
«Señor, Dios omnipotente, verdadero consuelo de los que en ti esperan, remedio seguro de los que te temen y alegría perpetua de los que te aman: inflama con el fuego de tu amor y, con la llama de tu caridad, abrasa hasta el hondón de nuestro pecho, para que podamos consumar el comenzado martirio; y así, vivo en nosotras el incendio de tu amor, desaparezca la atracción del pecado y se destruyan los falaces halagos de los vicios; para que, iluminadas por tu gracia, tengamos el valor de despreciar los deleites del mundo; y amarte, temerte, desearte y buscarte en todo momento con pureza de intención y con deseo sincero.