Pedimos hoy la gracia del Espíritu septenario
orando en Pentecostés:
<Dios todopoderoso,
es digno y justo proclamar conforme a las humanas fuerzas
los bienes recibidos de tu generosidad
y celebrar por siempre en esta conmemoración anual
el don de eterna salvación concedido a nuestros días.
¿Quién podrá callarse ante la llegada de tu Santo Espíritu
cuando por boca de tus Apóstoles hablan todas las lenguas
incluidas las más desconocidas?