La oración hacia Oriente en las costumbres hispanas

En el <Orden para celebrar un concilio>
después de la oración Adsumus, una rúbrica dice:

<Después de la alocución del concilio,
con la que el metropolitano suele hablar al sínodo universal,
inmediatamente entrará el Rey con sus dignatarios en la reunión,
y, rodeado de la corona de los sacerdotes,
vuelto al altar, hará una oración postrado en tierra.
Levantándose, hablará a la reunión sinodal y
se encomendará a las preces de los sacerdotes…
después, dirá el diácono:
“Oremos”.
Entonces vuelto el Rey hacia Oriente,
se arrodillarán todos los sacerdotes… >

Cf.  J. Tejada y Ramiro,
Colección de cánones de la Iglesia española,
vol. 2, Madrid 1850, 7-17.