Señor, no tengo más remedio que admitirte.
Tú eres el que viene, cuando todos se van
el que se queda cuando todos se marchan
el que se enciende, cuando todo se apaga
el que nunca falla.
Haz un milagro más
que mi corazón sea una tierra
donde tu Palabra fructifique.
Que mi corazón sea una fiesta
para que todos al verme,
se sientan felices
con ganas de vivir.
Señor, Tú que lo enciendes todo,
enciende mi corazón
para que despierte del sueño
dispuesto a seguirte mejor.
Amén