Orando…

Cristo Dios, nacido del seno virginal,
has aparecido en el mundo como luz nueva,
conocido por una estrella, adorado con dones;
aliméntanos con panal de miel y con palabras buenas,
con oraciones justas y respuestas piadosas;
que la dulzura de tus palabras
sea suavidad para las almas y los cuerpos;
que gustando y viendo cuan bueno eres, Señor,
no nos veamos empujados a volver a la amargura del siglo,
sino que, pendientes de las palabras celestiales,
de corazón y de palabra digamos al Padre desde la tierra:

Padre nuestro…