Leandro, monje y arzobispo de Sevilla, hermano de los santos Fulgencio, Florentina e Isidoro, presidió el III Concilio de Toledo (589), que vemos en la imagen, en el que se logró la conversión del rey visigodo Recaredo y la unidad católica de la nación.
Fue el maestro de su hermano pequeño Isidoro.
Cartagena le venera como hijo predilecto; Sevilla como Obispo metropolitano de la Bética; España como restaurador de la fe ortodoxa.