El libro de bendiciones de la Iglesia dice:
“La costumbre de colocar en los hogares cristianos un árbol adornado, durante las fiestas de Navidad, es recomendable, ya que este árbol puede recordar a los fieles que Cristo, nacido por nosotros en Belén, es el verdadero Árbol de la vida, Árbol del que fue separado el hombre a causa del pecado de Adán.
Conviene, pues, invitar a los fieles a que vean en este árbol, lleno de luz, a Cristo luz del mundo, que con su nacimiento nos conduce a Dios que habita en una luz inaccesible”.
(Bendicional, nn. 1272s)
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Oración para rezar, meditar y hacer catequesis durante estos días navideños:
Señor Santo, celebramos con alegría el nacimiento de tu Hijo
que nos rescató de las tinieblas del pecado
haciendo de la Cruz un árbol de vida y de luz.
Que este árbol, engalanado de esplendor,
nos recuerde la Cruz vivificante de Cristo
-en la que entregó su Espíritu-
para que siempre nos gocemos en la nueva vida
que brilla en nuestros corazones.
Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
(Cf. Boof of Blessings, n. 996).