En la antigüedad el día de epifanía
recibía el nombre de «Fiesta de las luces».
En cada hogar cristiano
se puede comenzar el domingo
bendiciendo la mesa
-ya en sus vísperas-
con una oración y prendiendo una luz.
Podemos dedicar un rato de silencio
a recordar los días últimos del Adviento
-desde el 18 de diciembre-
y los de Navidad – Epifanía que ahora concluyen.