Repite a menudo: “Kyrie eleison”

Te preguntas qué hacer
cuando te sientes atacado por todos los flancos
por fuerzas aparentemente irresistibles,
olas que te cubren y que quieren hacerte perder pie.

A veces, estas olas consisten en sentirse rechazado,
sentirse olvidado, sentirse no comprendido.
A veces, consisten en ira, resentimiento,
o hasta deseo de venganza,
y a veces, en una autocompasión
y autorrechazo.

Estas olas te hacen sentir
como indefenso y abandonado.
¿Qué debes hacer?
Toma la decisión consciente
de alejar la atención de estas olas
y dirigirlo hacia quien camina
por encima de ellas y dice:
“Soy yo; no temas”
(Mt 14, 27; Mc 6, 50; Jn. 6, 20).

Sigue volviendo tu mirada hacia Él
confiando en que Él traerá paz a tu corazón.
Mira hacia Él y di:
“Kyrie eleison, Señor, ten piedad.”
Repítelo una y otra vez,
no en forma ansiosa sino con la confianza
de que está muy cerca de ti
y dará descanso a tu alma.

(Nouwen)