Días solemnes…

Conscientes de que hemos entrado en los días solemnes
dedicados a la memoria de la Pasión del Señor,
comportémonos con humildad, mantengamos la moderación.
Que nadie se deleite en los placeres del mundo
ni se deje abatir por las contrariedades:
para que comenzando a relativizar
las realidades temporales buenas o malas,
podamos en verdad practicar la abstinencia
a lo largo de cuarenta días,
y, terminada la cuaresma de esta vida
alcancemos la vida eterna que no conoce fin.

 
(OA, miérc. I semana Cuaresma)