Martes, misa en Rito Hispano-Mozárabe

Éste es el León de la tribu de Judá, valeroso en la lucha.
Éste es el que surge victorioso de la muerte.
Éste es el Cordero inmaculado
desde mucho tiempo necesario para ser inmolado.
Éste es la piedra que desecharon los constructores,
que llegó a ser después admirable,
establecida como piedra angular de la Iglesia.
Éste es el príncipe del ejército celestial.
Éste es el Esposo y Señor de la Iglesia.

 

(De la liturgia hisp-moz de la Pascua)

 

Creer en la resurrección…

Creer en la resurrección de Cristo
supone creer en la resurrección de la carne,
en los cielos nuevos y en la tierra nueva.
Creer en el futuro del Reino
supone prepararlo en día a día.
Creer en la Vida
supone pasar del Ego al Eco…
Cuidar la «casa común»
donde nacimos, vivimos
y que dejaremos en herencia
supone cuidar la obra creada por Dios.
¡No es baladí!
Una mirada atenta a las siluetas de la imagen
nos dará pie a meditar y
a compartir nuestros pensamientos.

 

 

La misericordia del Señor llena la tierra

Oh Dios Padre,
esta es la víctima santa y saludable,
que reconcilió al mundo contigo.
Este cuerpo es el que colgó de la cruz.
Esta sangre es la que manó abundante de su costado.

Por tanto, dando gracias por tu gran amor,
porque nos redimiste con la muerte de tu Hijo
y nos has salvado con su resurrección,
humildemente te rogamos, Dios de bondad,
que hagas descender sobre las ofrendas del altar
la bendición de tu Espíritu Santo
y santifiques las almas de quienes participarán de ellas,
para que, purificados de la mancha de las culpas,
podamos alegramos sin medida en este día de la resurrección.

R/. Amén.

(Memorial e invocación del Espíritu (epíclesis) de la liturgia hispana de Pascua)

El número <siete> en san Isidoro (II)

 Se ordena, asimismo, en la Ley que sea festejado el día séptimo para significar por ello el descanso eterno. A esto viene el que Cristo, nuestro Bien, se nos muestre almorzando, después de su resurrección, con siete discípulos.

            En tercer lugar decimos se significa en el número siete la universalidad de la Iglesia como por figuras o ejemplos se ve claro.

            Así San Juan escribe en el Apocalipsis a siete Iglesias, nombra particularmente a siete solas Iglesias cuando es Una la Iglesia que henchida de la gracia septiforme del Espíritu Santo se difunde por todo el mundo; porque escrito está (Cant. VI, 8): Una es mi paloma, una mi perfecta; este número de tan alto simbolismo en las divinas Escrituras es noble por encima de todos los demás, número santificado por el Señor en su descanso, y con el cual nos prometió el reposo de la resurrección futura.

            Oportunamente, pues, se significa el Espíritu Santo, con el número siete, se aplica en la ley la santificación al día séptimo; porque ningún otro día de su trabajo santificó Dios sino solamente el séptimo en que cesó de crear.

Con razón lleva la impronta del Espíritu septiforme que habita en Cristo por la plenitud de la divinidad, según dice Isaías: Descansará (sobre Él) el Espíritu del señor, el Espíritu de Sabiduría y entendimiento, el Espíritu de consejo y fortaleza, el Espíritu de ciencia y de propiedad, y le henchirá el Espíritu de temor del Señor (Is. XI, 2).

Una mirada pascual a María desde la tradición hispana

 
La pintura reproduce el lateral del arca mosaica
o sepulcro primitivo de san Isidro
que se encuentra en la girola
de la catedral metropolitana de la Almudena.

 

En esta obra del s. XIII, sobre cuero,
contemplamos
una representación de
Cristo en su Oblación
-quizá la más antigua del Señor en Madrid-
que aparece humillado (Tapeinosis)
flanqueado por su Madre María
y por Eva, madre de la humanidad.

 

En la tapa se dibuja un ángel turiferario
incensando a la manera antigua
con la mano derecha.

 

La imagen enmarca el anuncio
de la CONFERENCIA de la M. Carolina Blázquez, osa,
Doctora en Teología,
que hablara sobre María en la tradición hispana.
Es una fecha para RESERVAR en nuestra AGENDA
y para su DIFUSIÓN.
El encuentro se enmarca dentro de
la Formación Permanente que -cada mes-
ofrece para TODOS
la Asociación Hispano-Mozárabe Gothia.
Sábado, 11 mayo 2019, 12 h.
Parroquia Concepción, c/ Goya 26 Madrid

 

El saludo pascual del Señor:
PAZ en la tierra

Que suba hasta ti [nuestra oración].
R/. Amén.

Paz en el cielo.
R/. Amén.

Paz en la tierra.
R/. Amén.

Que tu paz y toda tu gracia,
Señor, descienda sobre nosotros.
R/. Amén.

Paz a los que gobiernan las naciones.
R/. Amén.

Paz a tu Iglesia Católica,
que está aquí establecida
y extendida en paz por todo el orbe de la tierra.
R/. Amén.

El saludo pascual de Cristo Resucitado fue el deseo de PAZ.
Con estas aclamaciones del pueblo termina el Lucernario
en la Vigilia Pascual del Rito Hispano-Mozárabe.
En este Lunes de Pascua, que en la tradición Gotho-hispana
se subrayaba con el abrazo de paz desde la Oración de la mañana,
elevamos una oración por la paz a toda la tierra.
Día de la tierra, 2019 A.D.

¡Este es el día! ¡Feliz Pascua!

 

Éste es el día que hizo el Señor,
sea nuestra alegría y nuestro gozo.
Éste es el día que las tinieblas no lograron apagar.
Éste es el día que no ha estado precedido
por ningún otro ni le pondrá término ninguna noche.
Éste es el día durante el cual el que camina no tropieza.
Éste es el día que nunca nada podrá hacer olvidar,
ni el paso de los siglos lo podrá obscurecer.

El que permanece siempre con el Padre,
nos ilumina hoy con resplandor inmortal
al resurgir victorioso de la muerte.

Que Él llene nuestra mente,
que lo proclamen nuestras palabras,
que lo adore nuestro espíritu,
que lo glorifiquemos y lo llevemos en el cuerpo;
pidámosle con oración constante
que -a quienes libró del dominio de la primera muerte
y les devolvió la libertad por la cruz
y la pasión de su carne-
no les permita ser presa de la ruina de la segunda muerte.
R/. Amén.
Él, que posee contigo una misma e igual esencia,
Dios por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

(De la liturgia hispana de Pascua)