Cincuentena del Aleluya

“¡Venid, cantores buenos, hijos de la alabanza del Dios verdadero!
¡Han llegado los días en que hemos de cantar el Aleluya!”
Estas palabras que ya hace muchos años dirigía san Agustín (cf. In Ps. 110,1),
exultante de júbilo pascual, a su grey,
recobran toda su lozanía cada vez que amanece el sol
de la mañana de Pascua sobre el panorama cambiante del mundo.

Photina Rech, El Aleluya, canto de Pentecostés
en Benedictinas de Herstelle, Nuestra Pascua, 
Madrid 1962, 244.