Oramos a la hora de encender las luces

“Se celebran las Vísperas a la tarde, cuando ya declina el día, «en acción de gracias por cuanto se nos ha otorgado en la jornada y por cuanto hemos logrado realizar con acierto»(S. Basilio el Grande, Regulæ…, resp. 37, 3). También hacernos memoria de la Redención por medio de la oración que elevamos «como el incienso en presencia del Señor», y en la cual «el alzar de las manos» es «oblación vespertina» (cf. Sal 141 [140], 2). Lo cual «puede aplicarse también con mayor sentido sagrado a aquel verdadero sacrificio vespertino que el Divino Redentor instituyó precisamente en la tarde en -que cenaba con los Apóstoles, inaugurando así los sacrosantos misterios, y que ofreció al Padre en la tarde del día supremo, que representa la cumbre de los siglos, alzando sus manos por la salvación del mundo» (Casiano, De institutione cœnobiorum, lib. 3, cap. 3).

Y para orientarnos con la esperanza hacia la luz que no conoce ocaso, «oramos y suplicamos para que la luz retorne siempre a nosotros, pedimos -que venga Cristo a otorgarnos el don de la luz eterna«(S. Cipriano, De oratione dominica, 35). Precisamente en esta Hora concuerdan nuestras voces con las de las Iglesias orientales, al invocar «a la luz gozosa de la santa gloria del eterno Padre, Jesucristo bendito, llegados a la puerta del sol, viendo laluz encendida en la tarde, cantamos a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo…» (OGLH 39)

Pedro y Pablo, apóstoles de Cristo

Película sobre Pablo, el apóstol de los gentiles.
Pablo: apóstol de Cristo

Sobre el Primado de Pedro:
Especial: primado de Pedro

Una oración del día de hoy en el Rito Gotho-hispano:

Oh Dios, a tus Apóstoles cuya solemnidad hoy celebramos,
diste nombres ilustres como signo de su vocación a la santidad:
uno fue llamado Pedro, el otro Pablo;
aquél utilizó el apodo que le pusiste,
éste cambió su nombre.
Concédenos, por su plegaria e intercesión,
que, dejando atrás la realidad de nuestra naturaleza
y superando las exigencias de la carne y de la sangre
nos comportemos como corresponde a quienes
hemos recibido el nombre de hijos tuyos.

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Una palabra sobre el silencio

«El Concilio nos ha recordado con razón que liturgia significa también actio, acción, y ha pedido que se asegure a los fieles una una participación activa.

Pero este concepto nobilísimo ha sufrido una restricción fatal…

Se ha llegado a creer que sólo se daba “participación activa” allí donde tenía lugar una actividad exterior, verificable:

discursos, palabras, cánticos, homilías, lecturas, estrechamiento de manos…

Pero se ha olvidado que el Concilio, por participación activa, entiende también el silencio, que permite una participación verdaderamente profunda y personal, abriéndonos a la escucha interior de la Palabra del Señor».

 

Jueves, 27 de junio:
Virgen del Perpetuo Socorro
I Vísperas del Corazón de Cristo

 
Con esta versión del poeta argentino

Fco. Luis Bernández (+1978)
se popularizó, después del Concilio,
el himno litúrgico a la Virgen de los Dolores
(Jam toto subitus).

Contemplando este icono de la Virgen de la Pasión,
teniendo presente el amor de Cristo
manifestado en su Pasión gloriosa,
podemos rezar en compañía de María:

 

«Que el atónito sol apure el día
y que súbita noche cubra el aire,
mientras estoy pensando en el ludibrio
de la pasión de Dios y en su catástrofe.

Tú sufriste la vista del suplicio
con diamantino corazón, oh Madre,
cuando colgado de la cruz funérea
Jesús llenaba el cielo con sus ayes.

¡Cuántos fueron y cómo te dolieron
los dardos que en tu cuerpo soportaste
viendo al suyo suspenso, malherido
y cubierto de obscuros cardenales!

¡Cuán tiránicamente te oprimieron
el corazón los golpes incontables,
la sed, la hiel, la lanza, las heridas,
los clavos, las espinas y la sangre!

Pero tú resististe aquellas penas
con mayor heroísmo que los mártires,
y fue milagro que sobrevivieras
por ser mortales sufrimientos tales.

Glorificada, honrada y alabada
sea la Trinidad incomparable,
a quien ruego me dé la fortaleza
y la firmeza de la Virgen Madre».

Oramos por todos los que peregrinan
al Santuario del Cerro de los Ángeles (Getafe, Madrid).

 

Fiesta de san Pelayo, mr.

Imagen del joven Pelayo en la basílica leonesa de san Isidoro

El muchacho confesó:
«Soy, fui y seré cristiano, por esta razón no temo morir».

«Firme en su postura, soportó muchos tormentos,
mientras la espada iba cercenando todos sus miembros,
y así su espíritu entró en los cielos,
ya que en medio del suplicio no dejó de confesar a Cristo.

Oh verdadero mártir en el cielo,
tú que fuiste testigo en la tierra,
sé valedor compasivo de nuestras plegarias.
Que por ti el pecador alcance la penitencia,
el ignorante la doctrina,
el enfermo el restablecimiento,
y el difunto el descanso eterno.

Cuanto te pedimos humildemente, oh Dios eterno,
concédenoslo propicio por este tu santo mártir,
escucha con clemencia nuestros ruegos
y acoge benigno estas ofrendas que te presentamos.

Por esto, todos los ángeles y arcángeles
no cesan de alabarte cada día, diciendo así: Santo…»

(De la Plegaria eucarística de la fiesta en el Rito hispano)

Oración del incienso (tradición copta)

En la Iglesia copta (Egipto),
durante la oblación del incienso,
se eleva esta oración pidiendo el perdón
por los pecados:

<Oh Rey de la Paz, danos tu Paz
y perdona nuestros pecados.
Aleja a los enemigos de la Iglesia
y guárdala, para que no desfallezca.
Emmanuel, Dios con nosotros,
está entre nosotros
en la gloria del Padre
y del Espíritu Santo
Bendícenos
y purifica nuestro corazón
y sana las enfermedades
del alma y del cuerpo.
Te adoramos, oh Cristo,
con el Padre de bondad
y con el Espíritu Santo,
porque has venido, nos has salvado>.

En esta víspera de la fiesta de san Pelayo
oramos, especialmente, por nuestros jóvenes.

El martes 25, clausura del curso

Mañana, martes 25 de junio 2019, celebramos la misa
en Rito Gotho-hispano
antes del paréntesis veraniego.

 

Intentamos hacer un hueco en la agenda
para poder participar de la última Misa del curso.

 

Estamos en comunión mediante esta página…

 

Recordemos que…
el 26 de junio, san Pelayo, oramos por los jóvenes;
el 29 de junio, santos Apóstoles Pedro y Pablo,
oramos por el Papa de Roma y la difusión de la fe.

 

Para orar a diario los unos por los otros:
«Acoge, Señor,
nuestras oraciones de cada día,
que presentamos ante tu altar.
Dígnate aceptar nuestra humilde profesión de fe
dado que, día y noche,
pedimos con insistencia, oh Dios,
la piedad de tu gran misericordia:
por tu Iglesia católica,
para que te dignes protegerla de todo mal;
por los que nos gobiernan,
para que puedan asegurar la paz y la justicia;
por los obispos,
para que, en el ejercicio de sus funciones,
se vean libres de las insidias del enemigo;
por los ministros de la Iglesia y por todo el pueblo,
para que, por tu gran misericordia, Señor,
te dignes librarlos de cualquier adversidad;
por las almas de los fieles que descansan en paz,
para que obtengan el perdón de sus pecados;
y, para que la salud acompañe a todos los vivos,
por intercesión de los santos.
R/. Amén».
(Oración hispano-mozárabe, dom. XXXII)

 

Mirar y respetar la creación:

propósito de este verano recién comenzado

 

El hombre,
redimido por Cristo y
hecho en el Espíritu Santo nueva creatura,
puede y debe amar las cosas creadas por Dios.
Pues de Dios las recibe,
y las mira y respeta
como objetos salidos de las manos de Dios.

Dando gracias por ellas al Bienhechor
y usando y gozando de las creaturas
con pobreza y libertad de espíritu,
el hombre entra de veras en posesión del mundo,
como quien nada tiene y es dueño de todo.

(GS 37)

 

 

Propuesta de lectura

Comienza el verano:
una propuesta de lectura

 

«Historia de los mozárabes en Al Ándalus» supone una invitación, según su autor Rafael Jiménez Pedrajas, a «preservar la ecuanimidad y la claridad de juicio». Una llamada al entendimiento. «Nos veremos sólidamente enriquecidos al aprovechar las virtudes, experiencias y, en general, todo lo bueno y verdadero que sin duda subyace en toda persona y cultura, aun en aquellas que pudiéramos percibir como más alejadas de nosotros y de nuestro ámbito natural. Si ese mutuo respeto y comprensión llegaran a imponerse en el mundo, sin duda desaparecerían muchas de las tensiones, odios y egoísmos que hoy azotan y afligen a la humanidad», indica este experto en la historia de la Iglesia en Córdoba, autor asimismo de Los mártires de Córdoba de las persecuciones romanasLas relaciones entre musulmanes y cristianos en Córdoba y El santoral hispánico del martirologio de Usuardo.

La obra se suma a otros estudios publicados en los últimos años sobre esta comunidad como Mozárabes y mozarabías, de Manuel Rincón Álvarez, Los mozárabes, de Francisco Bueno García, y ¿Existe una identidad mozárabe?, de varios autores. Y los dos célebres títulos narrativos de Jesús Sánchez Adalid, El mozárabe y El camino mozárabe.