Viernes…

«Y con los labios salmodiamos para ti…»
Esta frase, que se encuentra en un himno del Oficio Mozárabe
nos da pie para para pensar en unirnos a la salmodia diaria de la Iglesia.

 

Celebrar las Vísperas
-a la hora en que pone la luz del sol y se encienden las luces-
podría ser un buen compromiso
de este año centenario de la consagración
al «Corazón de Cristo».

 

Mirando a Cristo, Sol que no conoce ocaso,
podríamos plantearnos en rezar cada día algunos salmos.
Son la oración bíblica de Jesús,
de María, su Madre,
los apóstoles y discípulos.
Y, sigue siendo la nuestra.

 

Un buen regalo para hacernos,
y para hacer a otros,
es la Liturgia de las Horas
Oficio Divino
que contiene esta plegaria.