Archivo por meses: agosto 2019
Se ofreció, lo instituyó y enseñó…
Santo y bendito es en verdad
nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo;
él es la confianza de los patriarcas,
la plenitud de la ley,
la sombra de la verdad,
la predicación de los profetas,
el maestro de los apóstoles,
el padre de todos los creyentes,
la firmeza de los débiles,
la fuerza de los enfermos,
la redención de los cautivos,
la heredad de los redimidos,
la salud de los que viven,
la vida de los que mueren;
fue él quien,
siendo el verdadero sacerdote de Dios,
instituyó un nuevo género de sacrificio,
se ofreció a ti como ofrenda agradable,
y nos mandó a nosotros ofrecerla.
Amazonia, Angola, Canarias, El Congo…. incendios
Para pensar, juzgar y actuar
El genio de la liturgia Gotho-hispana. Salamanca 1772.
Es muy interesante la síntesis descriptiva que nos ofrecen las <Rúbricas Generales de Salamanca> compuestas por Francisco Jacobo Hernández de Viera, capellán mozárabe salmantino (1772). Es un texto breve para leer despacio e intentar captar el genio hispano:
“Es cierto que los mozárabes modernos [s. XV/XVI]
mezclaron algunas rúbricas y ceremonias del rito toledano antiguo
en la liturgia gothohispana,
pero esta novedad no destruye
la antigüedad del sacramentario gotho-hispano,
porque sacramentario antiguo es aquel en
que se prescribe la comunión quotidiana,
que el diácono ministre al pueblo la comunión por el cáliz,
que los fieles en el tiempo pasqual usen vestido blanco,
que a los penitentes y cathecumenos
se les mande salir de la iglesia al ofertorio,
que en la Dominica de Ramos
se enseñe públicamente el symbolo a los cathecumenos,
que en la Epiphanía del Señor se confiera públicamente el bautismo,
que a los neóphytos se les dé leche y miel, y
que el diácono antes de las lecciones de la Escritura
imponga silencio al pueblo.
Estas y otras cosas que respiran grande antigüedad
contiene el missal mozárabe”.
Damos gracias por la creación y la redención los vivificados con el Espíritu
Es justo y necesario, Dios omnipotente,
darte gracias, por Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro,
el cual, sin dejar de compartir contigo
la inmutable condición divina,
asumió la naturaleza humana
y canceló el pecado cometido por el hombre;
constituido el último Adán,
vivificó con el Espíritu a aquellos
a quienes el primer Adán había causado la muerte
como castigo del pecado.
Por su obediencia reconcilió contigo,
eterno Dios y Padre,
a cuantos por la trasgresión del primer padre
habían sido privados de la comunión con la vida divina;
por el excepcional remedio de su encarnación,
de su pasión y de su sangre,
restituyó a la humanidad renovada la dignidad
de la que fue excluida por la vieja debilidad.
Dios Trino y Uno
«En Cristo se nos ha abierto la hondura de la vida escondida de Dios. Su naturaleza, palabra y obra tan llenas de la realidad de lo sagrado. Pero de ella brotan figuras vivas: el Padre, en su omnipotencia y bondad; el Hijo, en su verdad y amor redentor, y entre ellos, el desprendido, el creador, el Espíritu.
Es un misterio que supera todo sentido; y hay gran peligro de escandalizarse de él. Pero yo no quiero un Dios que se ajuste a las medidas de mi pensamiento y esté formado a mi imagen. Quiero el auténtico, aunque sé que desborda mi intelectual capacidad. Por eso, ¡oh Dios vivo!, creo en tu misterio, y Cristo, que no puede mentir, es su fiador.
Cuando anhelo la intimidad de la compañía, tengo que ir a los demás hombres; y por más honda que sea la ligazón y más hondo que sea el amor, seguimos, sin embargo, separados. Pero tú encuentras tu propio «tú» en ti mismo. En tu misma hondura desarrollas el diálogo eterno. En tu misma riqueza tiene lugar el perpetuo regalo y recepción del amor.
Creo, ¡oh Dios!, en tu vida una y trina. Por ti creo en ella, pues ese misterio cobija tu verdad. En cuanto se abandona, tu imagen se desvanece en el mundo. Pero también, ¡oh Dios!, creo en ella por nosotros, porque la paz de tu eterna vida tiene que llegar a ser nuestra patria. Nosotros somos tus hijos, ¡oh Padre!; tus hermanos y hermanas, Hijo de Dios, Jesucristo, y tú, Espíritu Santo, eres nuestro amigo y maestro».
(Romano Guardini)
¿Sabes lo que es un <beato>?
Una buena pregunta…
María, nueva Eva:
reina de la nueva creación
que el hecho de que pecara Eva, la madre de nuestra desgracia?
Había caído el hombre, reo de infausto pecado,
pero ha recibido de María otro hombre que es Dios