Sobre el Calendario de Recemundo

Fíbula visigótica de Castiltierra

“En Córdoba, hace más de mil años, en el 961, en los inicios del califato de Alhakén II y cuando todavía existía una importante comunidad mozárabe —cristianos que mantenían su fe—, el obispo de entonces, llamado Recemundo, elaboró un calendario, que se conoce con el nombre de <Calendario Mozárabe de Córdoba> y también como el <Libro de la división de los tiempos>. En ese calendario aparecen curiosas informaciones acerca de las formas de vida y costumbres de la época. En él estaban recogidos las agrícolas que eran propias de cada una de los estaciones del año, indicándose las actuaciones que los agricultores habían de llevar a cabo para obtener los mejores resultados. Contenía información acerca de la meteorología, así como pronósticos basados en la observación de los astros y su posición en el firmamento. No olvidemos que la astrología, que estudiaba la influencia de los astros en la vida de las personas, era una reputada ciencia en aquella época. También ofrecía información sobre las propiedades de los alimentos y las prácticas que se consideraban adecuadas para el mantenimiento de la salud. Según Recemundo, la época adecuada para plantar las estacas en Córdoba era el mes de enero o que el de septiembre era el de la recolección de los frutos. Indicaba que en este último mes se preparaba un jarabe con el zumo de las granadas mezclando el de la dulce y la ácida, y se utilizaba como colirio para las afecciones oculares”. (José Calvo Poyato)