La hispana:
¿una liturgia antioquena en Occidente?

Extensión del Imperio bizantino, s. VI

 

Un trabajo interesante:

Francisco María Fernández Jiménez, “Influencias y contactos entre la liturgia hispana y las liturgias orientales bizantina, alejandrina y antioquena,” en Inmaculada Pérez Martín – Pedro Bádenas de la Peña, Bizancio y la Península Ibérica: De la Antigüedad tardía a la edad moderna, Madrid 2004, 165–76

[El autor] “estudia las «Influencias y contactos entre la liturgia hispana y las liturgias orientales bizantina, alejandrina y antioquena».

Para explicar los orígenes de la liturgia hispano-mozárabe se remonta a las dos zonas por donde el cristianismo penetró en Hispania:
la Tarraconense, relacionada con Roma y Antioquía,
y la Bética, en relación con el norte de África.

Explica que es en el IV Concilio de Toledo (633),
presidido por San Isidoro de Sevilla,
cuando se regulariza la liturgia en la iglesia de España y para ello se mira a Bizancio.

La influencia bizantina se constata principalmente
en la solemnidad del Rito
en la introducción del Credo,
así como el canto del Trisagio,
en la liturgia de la Palabra,
el rezo de los dípticos y
el rito de la Comunión.

No obstante, señala que la liturgia hispano-mozárabe es,
fundamentalmente antioquenoromana,
si bien con influjos bizantinos en sus celebraciones rituales”

(Mercedes LÓPEZ SALVÁ)