Discípulos del Maestro:
dando razón de nuestra fe

Los cristianos no deben aguardar una invitación para llevar la Buena Noticia de Jesucristo
a quienes andan buscando respuestas a sus preguntas,
un alimento espiritual que les satisfaga, el agua viva.
Los cristianos, alimentados por la palabra y los sacramentos,
deben salir para llevar el Evangelio a todos los ámbitos de la vida cotidiana.
Nosotros, que tenemos la gracia de creer en Cristo,
revelador del Padre y Salvador del mundo,
debemos enseñar a qué grado de interiorización nos puede llevar la relación con él.
La llamada del cristianismo se ha de manifestar, en primer lugar,
a través del testimonio de los miembros de la Iglesia,
de su confianza, su calma, su paciencia y su optimismo,
y de su amor concreto al prójimo.
Todo ello, fruto de una fe alimentada en la oración personal auténtica.

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Mañana, martes, nos reunimos a las 19 h.
en la Basílica de la Concepción de Ntra. Sra.
c/ Goya 26 Madrid
para la celebración de la Misa en Rito Hispano-Mozárabe.
¡Una ocasión para la oración comunitaria!