la Samaritana y el agua
Al rezar el Padre Nuestro se dice:
Fuente de vida eterna, Jesús, Hijo de Dios Padre,
danos siempre el agua viva, da a los sedientos la vida eterna,
para que tu Reino permanezca en nosotros.
Tú, Cristo, escúchanos desde lo alto, junto con el Padre,
Tú, Cristo, escúchanos desde lo alto, junto con el Padre,
a quien invocamos en la tierra, tal como nos enseñaste: Pater noster…
Hoy se canta en la comunión:
«Yo soy la puerta, dice el Señor, el que entra por mí se salvará;
entrará y saldrá y encontrará pastos, etc» (cf. Jn 10,9; 6,56; 6,50-51.65; 7,6b; 7,16b.28b)
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