Fiesta de Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote

 

En las oraciones hispanas
está muy presente
la concepción de Cristo
como Sacerdote y Víctima
(Sacerdos et Hostia):

 

Es justo y necesario,
es en verdad nuestro deber y salvación
darte siempre gracias por tu bondad,
Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno,
por Jesucristo, tu Hijo,
Rey sempiterno que reina contigo,
que, por nuestra salvación,
ha soportado tantas y tan grandes pruebas.
Fue sometido a juicio por los judíos
el que ha de juzgar a vivos y muertos.
Fue emplazado ante el tribunal de un magistrado
aquél cuya temible corte son los cielos inmensos.
Sufrió que su faz fuese mojada con salivazos
el que poco antes, con su saliva,
abrió los ojos al ciego de nacimiento.

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