«Y con un mismo nombre
se llaman cristianos todos aquellos
que reciben el Evangelio
y alaban con una misma voz a Cristo
y llevan en su frente el signo de la cruz;
y observan hacer la señal de la cruz
al comer, al beber, al sentarse, al acostarse,
al salir, al regresar y en las restantes ocupaciones.
Y piden que les proteja Cristo con esta oración:
<Sálvanos, Jesucristo Hijo de Dios.
Protégenos, Cristo Hijo de Dios>.
Y al salir de la iglesia o de casa o yendo de camino dicen:
<En el nombre de nuestro Señor Jesucristo,
caminemos en paz>…»
Escritos de la España mozárabe
(S. Beato de Liébana, s. VIII)
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Son perlas de la espiritualidad hispana…