«Señor Jesucristo, que eres el Testigo fiel
y Primogénito de los muertos,
concede el descanso a las almas de los fieles difuntos,
de modo que, olvidando, como verdadero Pontífice,
los pecados del pueblo,
lo mismo que resucitaron los muertos al morir Tú,
también ahora los ya sepultados
sean trasladados al descanso eterno. Amén».
Cf. Semana de Pascua. Feria IV, Post Nómina