No podemos callar… 

Hace casi un siglo se halló en Oxyrhynchos (Egipto)
un fragmento de un himno cristiano
con notación musical

(Oxyrh. Pap. vol. 15 n.1786).

Parece que el canto es de fines del siglo III.
Se han conservado solamente algunas pocas palabras:

“Todas las gloriosas criaturas de Dios
no deberían permanecer silenciosas
y dejarse eclipsar por las radiantes estrellas…
Las aguas del arroyo que murmura
deberían cantar las alabanzas
de nuestro Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.”

 

Bastan para alabar a Dios
en este domingo de la Iglesia Diocesana.

***

Sigue leyendo