Misa en la liturgia hispana (catedral del Salamanca).
«En el principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios,
y la Palabra era Dios. La Palabra en el principio estaba junto a Dios.
Por medio de la Palabra se hizo todo,
y sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho.
En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los hombres.
La luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no la recibió.
Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como
testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe.
No era él la luz, sino testigo de la luz.
La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre.
Al mundo vino y en el mundo estaba;
el mundo se hizo por medio de ella, y el mundo no la conoció.
Vino a su casa, y los suyos no la recibieron.
Pero a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en su nombre.
Estos no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios.
Y la Palabra se hizo carne, y acampó entre nosotros,
y hemos contemplado su gloria:
gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad.
(Jn 1, 1ss)
Un «misterio» del belén
es un buen regalo para una familia.
El «pesebre» es un recuerdo visual
del misterio de la Navidad.
PRO-MEMORIA:
Hablando de regalos…
este martes, 5 de enero, la misa de la siete
se celebra en Rito Romano.
NO hay culto en Rito Hispano por ser víspera de fiesta de precepto.
El martes siguiente, 12 enero , la celebración en nuestra antigua liturgia
se retoma de la manera acostumbrada ya en el Tiempo Cotidiano después de Epifanía.
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