In Octava Paschæ 

Iványi-Grünwald Béla, Dudas de Tomás

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La celebración de la Pascua se continúa durante el Tiempo Pascual. Los cincuenta días que van desde el Domingo de Resurrección al Domingo de Pentecostés se celebran con alegría, como un sólo día festivo, más aún, como el “gran Domingo”.

Los domingos de este tiempo han de ser considerados y llamados “domingos de pascua” y tienen precedencia sobre cualquier fiesta del Señor y cualquier solemnidad.

Para los adultos que han recibido la Iniciación cristiana durante la Vigilia Pascual, este tiempo ha de considerarse como un tiempo de “mistagogia”.

Los neófitos, los recién bautizados en Pascua, tienen reservado un lugar especial entre los fieles durante todo el tiempo pascual en las misas dominicales. Los neófitos procuren participar en las misas junto con sus padrinos. En la homilía y, en cuanto sea posible, en la plegaria universal o de los fieles, se hace mención de ellos.

Es muy conveniente que los niños reciban su Primera Comunión en estos domingos pascuales.

Se ha de recordar y explicar en la catequesis, durante el Tiempo Pascual, el sentido del precepto de la Iglesia según el cual los cristianos que ya han hecho su primera comunión han de recibir la Eucaristía en este tiempo.

Se encarece que durante el período pascual y especialmente durante la semana de Pascua, se lleve la comunión a los enfermos.

(Cf. Fiestas Pascuales, nn. 100ss)

Textos de la misa en Rito hispano-mozárabe:

Textos propios de la Misa en la Octava de Pascua (Año I)

Para rezar hoy en familia:

Subsidio para el rezo en familia en el II Domingo de Pascua

Tierra Santa:

La Custodia en cifras

«La misericordia del Señor llena la tierra» (cf. Sal 33,5; 119,64)

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