El árbol del Paraíso

 

Recordábamos en diciembre pasado que se cumplían 150 años de la decoración festiva del primer ABETO en España: fue en 1870, en el madrileño palacio de Alcañices, donde hoy se levanta el Banco de España. Vino de la mano de la princesa Sofía Trobetzkoy, esposa del duque de Sesto, José Osorio y Silva, uno de los principales adalides de la restauración de Alfonso XII.  Hay quien afirma que antes el árbol ya adornaba las navidades de los Duques de la Torre. También aparecieron árboles iluminados en Barcelona y Sevilla. Sea como fuere, la costumbre se extendió por las mansiones nobiliarias llegando, incluso al Palacio Real. Los relamidos, lo llamaron “árbol de Noël”; los castizos, “árbol de Pascuas”.

El Ayuntamiento de Madrid pondrá el primer árbol en la Puerta del Sol, en la Navidad de 1966.

Sin embargo, la tradición de decorar árboles por las Pascuas es mucho más antigua: ahí tenemos el desconocido “ramo leonés” o “ramo de Nochebuena” con sus doce velas por los 12 días de la Navidad (25 dic al 6 enero). Su presencia está atestiguada, también, en Ávila, Cantabria, Palencia, Salamanca y Zamora.

El pino -abeto u otros arbolitos- se coloca en torno al día 18 de diciembre; con las manzanas -estilizadas hoy en bolas- se pueden colgar cartelitos con los dones del Espíritu Santo o los títulos de Cristo de la semana previa a la Navidad (Sabiduría, Adonaí, Raíz, Rey, Enmanuel, etc.).

Su bendición anual -al tiempo de su iluminación- aparece en el Ritual de Bendiciones de la Iglesia.

El pasado 2020 en Andalucía se difundió el lema «Un olivo por Navidad». Otro árbol muy nuestro -siempre verde- que podemos decorar en familia.

***

Sigue leyendo