En el Nuevo Testamento hay un escrito, la epístola a los Hebreos,
que nos revela el contenido del Arca de la Alianza (9,4):
el vaso donde se reservaba el alimento divino o maná;
las tablas de piedra con el decálogo de la Ley;
y, la vara pastoral de Aarón.
Eran una expresión del sacerdocio, el profetismo y la realeza,
dones que el ser humano perdió en Adán.
Aquellos tres elementos que el Arca custodiaba
eran una prefiguración de Jesucristo.
Por esta razón, María es invocada como Arca de la Nueva Alianza:
sus entrañas llevaron a Cristo, Sacerdote, Profeta y Rey.
El obispo Teodulfo de Orleans (+821), de estirpe visigoda,
realizó un mosaico en Germigny-des-Prés (Loiret, Francia)
representando el arca y los querubines:
Arca de la alianza
3