El tiempo de Dios

¿Cómo hablaremos de Él?
¿Intentaremos crear ámbitos de cultura cristiana,
profundizando en el pasado, con cierta nostalgia?
¿Intentaremos provocar necesidades religiosas
en gente que, aparentemente, no tiene ninguna?
Podemos decir que hoy aumenta el interés religioso,
pero a menudo no es más que para dar un barniz religioso a la vida.
Sería falso por nuestra parte crear, explícitamente,
una situación en la que la gente tuviera necesidad de Dios.
¿Cómo hablaremos entonces de Cristo hoy?
   A través de nuestra vida.  
«Llegará el día en que quizá será imposible hablar abiertamente;
pero rezaremos, haremos lo que es justo.
Y llegará el tiempo de Dios» (D.B).

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