***
Oramos pidiendo participar del fruto eterno del Árbol de la Vida:
Ven, Creador Espíritu,
al alma de tus fieles,
y llena con tu gracia
todos los corazones.
Paráclito divino,
oh Don de Dios altísimo,
Amor, Fuego, Fuente viva,
Unción de los espíritus.
En nombre de Dios Padre,
dirige nuestras almas:
infúndenos tus Dones,
inspira las palabras.
Tu Luz nos ilumine,
el corazón abrasa,
y nuestro ser, tan débil,
conforta con tu gracia.
Ahuyenta al Enemigo
y da la paz al alma;
a tu inspiración dócil,
del mal es preservada.
Saber por Ti del Padre
y conocer al Hijo,
creer en Ti, concédenos,
de ambos el Espíritu. Amén.