– Es el Señor Jesucristo, el Hijo de Dios, el que actúa con el mismo poder del Padre.
El que aplaca y subyuga a nuestros enemigos.
El que trae a nuestras vidas esta Buena Noticia.
El que nos atrae a vivir su novedad,
la que consiste en vivir para Él,
que murió resucitó por nosotros
(cf. II Cor 5, 14-17).
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