En muchos lugares del mundo cristiano los fieles y sus pastores valoran la importancia de estas celebraciones [Pascuales cada año] y participan frecuentemente en ellas con gran provecho espiritual.
Sin embargo, en algunos países se han ido atenuando con el pasar del tiempo el entusiasmo y el fervor con que se recibió la instauración de la Vigilia pascual. En algunas partes se ha llegado a perder la misma noción de «vigilia», hasta el punto de haber reducido su celebración a una mera Misa vespertina en cuanto al tiempo y el modo como se suele celebrar la Misa del domingo en la tarde del sábado precedente.
(FFPP 3)
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