Comunidad de Alcalá de Henares al canto del Pater Noster.
Tanto en la liturgia de la Iglesia (oración pública)
como en la oración personal (oración privada)
rezar hacia la salida de la luz
es una expresión de esperanza.
Los antiguos cristianos marcaban con una cruz
en sus hogares el lugar del nacimiento del sol
para dirigir hacia allí la oración:
hacia el Sol que no tiene ocaso.
***
<Miremos hacia Oriente>, decía la monición del diácono en la antigua liturgia de Egipto al comenzar la Plegaria Eucarística. El pueblo respondía y actuaba con <los corazones hacia el Señor>.
“En la Iglesia antigua la orientación de la celebración era hacia oriente, no solo para el celebrante, sino también para todos los fieles. Si la puerta de entrada se situaba hacia oriente, entonces el celebrante estaba «detrás» del altar vuelto hacia la comunidad, pero contemplaba únicamente espaldas, dado que para orar también la comunidad se volvía hacia oriente. Como la mayoría de las iglesias de nueva construcción se orientaban, la orientación de la celebración conllevaba orar <versus altare>” (M. Kunzler, La liturgia della Chiesa, Jaca Book, Milán 1996, 229).
Los edificios sagrados -para la reunión de la Iglesia orante- son un signo que nos indica el camino hacia Aquel que viene y, por ello, acostumbra a construirlos orientados. Cfr. Congregación para las Iglesias Orientales, Istruzione per l’ applicazione delle prescrizioni liturgiche del Codice dei Canoni delle Chiese Orientali (= Istruzione): Enchiridion Vaticanum 15: Documenti ufficiali della Santa Sede 1996, ed. E. Lora, Bologna 1999, nn. 88. 102.
Mirar a Oriente, rezar a Oriente, la Luz de Oriente
Cuantas entradas sobre textos de orientación hacia Oriente en mozarabia estos años. No hay mas que buscar en la ventana inicial. Muchas.
El gesto, el símbolo hace mucho en el interior, pero si se piensa y se asienta es mucho mejor, es inabordable del todo. Algunas reflexiones de un sábado de junio.
La Luz, que disipa la oscuridad del cosmos. Origen de la manifestación de las cosas. Él se llamó a si mismo Luz, como analogía del origen de la manifestación de las cosas creadas.
Se alejó la oscuridad, «se alejó la gacela huyendo del cazador».
Luz que muestra las cosas tanto a los ojos de la vista externa como a los de la percepción interior.
Auyentador de la oscuridad, disipador de la oscuridad, del error. La ceguedad, la no visión, donde no hay luz. Luz, separación protectora de la oscuridad externa y de la interna.
Frente a la práctica ritual de la religiosidad, el camino de la mística con la experiencia vivencial de las etapas del desarrollo interior, estados transitorios o definitivos.
Oriente, la Luz del Orientador, la vía, la guía, el Camino, de la utilidad y el provecho, frente a la vía opuesta de la futilidad y la pérdida.
De la dicha o de la desdicha.
La guía de Oriente, la lengua del Verdadero, según «su Palabra».
Oración: Pon luz en todo mi ser, Hazme luz
Antes de marcharme hacia la que fuera durante muchos años la catedral de Madrid, para asistir a la ordenación de diáconos (entre ellos, Jose Luis, un hermano de los Mozárabes Madrileños), quiero dejar mi malestar en esta página…
Veo, desde hace unos días, unos comentarios que nada, o casi nada, dicen de nuestro espíritu.
Precisamente mañana domingo (hoy ya la víspera), celebramos el CORPUS CRISTI (día del amor fraterno), y de ésto exactamente, en nuestra página no se comenta nunca nada. Existe cáritas, el banco de alimentos y ayudar al que lo está pasando mal. En cuanto a la meditación, nuestro espíritu puede enriquecerse con la lectura de San Juan de Ávila, San Ignacio de Loyola y también con las meditaciones del P. Manuel y otros que nos ayudan a estar en forma (Fili Absalom, Efímero Eterno, Alodia, Mozarabita, Edupani, Semita…). Todos ellos para más adelante.
Ese «nuestro espíritu» Ángel, y mas en el Corpus, es el de acogida, el de comulgar con los hermanos asistiendo a «nuestras celebraciones». Cuando la salud y las alertas nos lo permiten.
Al final de cada propuesta diaria se dice, «deja un comentario».
También esto es acogida dejando libertad de hacerlo. Puede haber correcciones o asuntos complementarios, rara vez hay malestares.