El Padre Boniface Hicks, O.S.B., conocido director espiritual y maestro de retiros, portó la enorme custodia dorada con la Eucaristía en medio de la multitud congregada en el Lucas Oil Stadium, en el marco del X Congreso Eucarístico Nacional (Indianapolis, EEUU América).
El P. Hicks invitó a los miles de asistentes a rezar una letanía –serie de peticiones a Dios– enfocada en la sanación.
La primera respuesta fue: ‘Jesús, sana mi corazón con tu amor’.
La segunda: ‘Jesús, acércate a mí’.
La tercera: ‘Por favor, perdóname, Jesús’.
Y la cuarta: ‘Jesús, ayúdame a creer’.
Con esa custodia, tan grande como la luna llena y más grande que el sol, la oración, cuanto más simple, la petición, cuanto más «sencilla incluso infantil», es más sincera y más curativa.
Desde que escuché que el nombre de Jesús es sanador, que repetir su nombre nos sana, me encanta decirle «Jesús, Jesús, te amo, Jesús, Santo eres Jesús, Jesús, Jesús…»
O PÃO descido do CÉU partido e repartido-
DAI-LHES VÓS DE COMER e sempre sobra.