Cristo ha venido en la humildad de la carne;
Cristo vendrá en la gloria de su Parusía,
pero Cristo viene continuamente en el presente
a nosotros
y por nosotros al mundo.
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Este sábado, día 7 de diciembre de 2024 AD, estamos convocados a la Vigilia de Adviento que prepara la fiesta de María: su inmaculada Concepción (21 h. c. en la madrileña Basílica de la calle Goya 26.
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Lo de la Parusía es cada vez mas interesante.
Tal vez porque se hace uno mayor y este mundo global se va mereciendo una de sodoma y gomorra, o de Noé.
Los átomos y las moléculas no descansan su destino, como la luna en sus periodos, pero nosotros tal vez aún no estamos preparados para lo nuestro, ni para el Juicio.
Navidad, si. Parusía, mejor.
AVE MARIS STELA. BOHEMIA. Un clásico versión mensural, mas fácil de cantar.
https://youtu.be/idBS9pysraI?si=KXTkPnRqSIQxviXK
Dice Ambrosio, obispo y doctor, en un día como hoy, su día: Quien mucho lee y entiende se llena, y quien está lleno puede regar a los demás; por eso dice la Escritura: Si las nubes van llenas, descargan la lluvia sobre el suelo.
Que tus predicaciones sean fluidas, puras y claras, de modo que, en la exhortación moral, infundas la bondad a la gente, y el encanto de tu palabra cautive el favor del pueblo, para que te siga voluntariamente a donde lo conduzcas.
Que tus discursos estén llenos de inteligencia.
Por lo que dice Salomón: Armas de la inteligencia son los labios del sabio, y, en otro lugar: Que el sentido ate tus labios, es decir: que tu expresión sea brillante, que resplandezca tu inteligencia, que tu discurso y tu exposición no necesite sentencias ajenas, sino que tu palabra sea capaz de defenderse con sus propias armas; que, en fin, no salga de tu boca ninguna palabra inútil y sin sentido.
«Un hombre de mal carácter castiga su propia alma»
– Al Ghazali +1111 (contemporáneo de san Isidro)