Árbol de Pascuas

En la Plaza de san Pedro de Roma

En la Plaza de san Pedro de Roma

5. Árbol de Pascuas…

Tenemos el dato del pueblo alsaciano de Sélestat: la Navidad de 1521 se celebraba con el adorno del árbol. También en Estrasburgo, a partir de 1605, se extiende la costumbre de colocar regalos y chucherías en el pino. Los dulces eran elaborados con leche y miel evocando la Tierra Prometida (Ex 3,8) a la que el árbol de la Vida –símbolo de Jesucristo- daba acceso (Ap 22,14). En no pocos lugares se sustituían con pan bendecido (eulogias) evocando la Eucaristía (Jn 6,51). El “admirable intercambio” que canta la liturgia natalicia se expresaba así de forma sencilla: el árbol de la cruz actualiza su misterio en la Eucaristía. En ella, como en el misterio de la Manifestación (1 Tim 3,16), “Dios se hace hombre para que el hombre se haga Dios”.

En el siglo XVIII llega a Inglaterra: encontramos el dato en 1789. Sabemos, también, que en 1800 la reina Charlotte, alemana de nacimiento y esposa de Jorge III, colocó un pino navideño en Queen’s Lodge, Windsor. Allí, junto con las luces y las manzanas, encontramos el árbol adornado con las figuras de María, José, el buey y la mula; en la cúspide, la imagen del Niño Jesús: es la fusión de las tradiciones latinas y germánicas. En Roma, hoy, se alza, junto a la representación de la gruta de Belén, ante la basílica vaticana.

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