Tangíl hermosa, siempre a tus pies.
Pero, humildemente,
y, sin ánimo de molestar,
téngaseme en cuenta,
la primitiva sugerencia de
realizar el glorioso Camino Mozárabe,
de la Ruta de la Plata.
Las buenas viandas
y el buen yantar,
no nos han de faltar.
Tanto para el cuerpo,
como para el espíritu.
Dicho queda.
Quien tenga oídos para oír…
El de Santiago
no lo puedo hacer
pues, largo, largo,
me parece que es
Sin embargo,
con la venia de mis pies
puedo intentarlo
amiga de bien,
y si a ratitos hay un trago,
me apunto al Sanabrés.
Tangíl hermosa, siempre a tus pies.
Pero, humildemente,
y, sin ánimo de molestar,
téngaseme en cuenta,
la primitiva sugerencia de
realizar el glorioso Camino Mozárabe,
de la Ruta de la Plata.
Las buenas viandas
y el buen yantar,
no nos han de faltar.
Tanto para el cuerpo,
como para el espíritu.
Dicho queda.
Quien tenga oídos para oír…
El de Santiago
no lo puedo hacer
pues, largo, largo,
me parece que es
Sin embargo,
con la venia de mis pies
puedo intentarlo
amiga de bien,
y si a ratitos hay un trago,
me apunto al Sanabrés.