Sobre el signo de la cruz:

Cruz en la frente para entender;
Cruz en los labios para proclamar;
Y, Cruz en el pecho para vivir amando el evangelio
que escuchamos.

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Para el perdón de los pecados cotidianos, con el arrepentimiento, la práctica de la penitencia y la caridad.

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Los pecados mortales están sometidos al Sacramento de la Penitencia que se celebra solemnemente a finales de la Cuaresma.