Este año, el otoño 2023 en el hemisferio norte comienza el sábado 23 de septiembre a las 08:50 horas.
Hoy, la duración del día y la noche prácticamente coinciden.
La duración del otoño será aproximadamente 89 días y 21 horas, terminando el 22 de diciembre con el comienzo del invierno.
El cambio de las estaciones (Quattuor Tempora) ofrece cuatro momentos al año para confesar a Cristo como Cronócrator, Señor del tiempo.
<Suyo es el tiempo y la eternidad. A Él la gloria por siempre>.
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En la Misa en Rito hispano celebrada cada semana en Madrid
se canta la oración del Señor y el pueblo responde
a cada una de las siete peticiones del padrenuestro con el canto <Amén>;
asimismo, durante esta plegaria, se suele orar con las manos extendidas in modum crucis.
En todas las liturgias, orientales y occidentales, la recitación solemne del Padrenuestro
está claramente relacionada con el acto de la comunión:
es, sin duda alguna, el elemento que más ayuda a los fieles a recibir la Eucaristía.
El Catecismo recuerda que el Señor confió a sus discípulos y a su Iglesia la oración cristiana fundamental…
San Mateo presenta una versión desarrollada con siete peticiones (cf. Mt 6, 9-13).
La tradición litúrgica de la Iglesia ha conservado el texto mateano (cf. n. 2759).
Y, añade, que de la fe inquebrantable
“brota la esperanza que suscita cada una de las siete peticiones.
Estas expresan los gemidos del tiempo presente,
este tiempo de paciencia y de espera” (n. 2772).
“El Espíritu filial hace surgir de nuestros corazones siete peticiones, siete bendiciones.
Las tres primeras, más teologales, nos atraen hacia la Gloria del Padre;
las cuatro últimas, como caminos hacia Él, ofrecen nuestra miseria a su gracia” (n. 2803).
“Con el “Amén” final expresamos nuestro “fiat” respecto a las siete peticiones:
<Así sea>” (n. 2865).
La tradición hispana, representada por Isidoro de Sevilla -en la época visigótica-
y Beato el Lebaniense -en tiempos mozárabes- habían subrayado la misma idea.
El gesto de extender las manos durante la oración dominical está indicado en la misma eucología.
En moniciones al Padrenuestro aparece al comienzo del Año litúrgico, en el segundo Domingo de Adviento,
esta indicación:
“Confortaos, manos débiles, robusteceos, vacilantes, alegraos y no temáis.
Alzad vuestras manos hacia el Señor y disponed vuestros corazones,
porque está ya cerca nuestra redención.
Aquél, cuya encarnación nos redimió
y cuyo solemne nacimiento nos iluminó,
nos enseñó también el modo como debíamos orar siempre”.
También podemos ver sugerida esta gestualidad en el tiempo durante el año:
“Oremos al Señor, amados hermanos, para que suplicantes en su presencia,
levantemos con sinceridad nuestras manos y nuestro espíritu,
mientras proclamamos desde la tierra…”
(Dom XIV Cot.)
Coherentemente, se decía en el Directorio o Calendario hispano que
“durante el Padrenuestro los fieles deberían extender las manos junto con el celebrante principal”
(Toledo 2010).
Así lo hacemos…
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Dice Jesús: “No ha nacido de mujer nadie mayor que Juan el Bautista” (Mt 11, 11)
Gran fiesta la del Precursor: de hecho, en el Rito Hispano su celebración no tiene parangón con la de otros santos.
El día 24 de junio tiene el rango de solemnidad y el domingo precedente se conoce como
“Domingo que precede al nacimiento de san Juan Bautista”.
El actual Misal del Rito Hispano-Mozárabe mantiene la fiesta joánica de su natividad
–coincidiendo con los días del solsticio de verano-
y celebra, también, la decapitación del Precursor el 24 de septiembre, en los días del equinoccio de otoño.
Con palabras del concilio Vaticano II se puede describir este día como “una solemnidad de suma importancia” (SC 108).
Hoy se cumplen 40 días de la Asunción de María;
recordamos:
la Vigilia hispana del martirio de san Juan Bautista,
a Santa Tecla de Iconio, discípula de san Pablo (s. I),
a San Eunan de Iona (+ 704)
y a San Pío (+ 1968)
URBS JERUSALEM BEATA bilingue. Un bello y antiquísimo himno.
https://youtu.be/Iig8lmT0D40
1 Urbs Jerusalem beata, dicta pacis visio, Quae construitur in caelis vivis ex lapidibus, Et Angelis coronata, ut sponsata comite.
Ciudad de Jerusalén bienaventurada, llamada visión de paz, que es construida en los cielos con piedras vivas y está coronada de ángeles como la novia por su cortejo
2 Nova veniens e caelo, nuptiali thalamo praeparata, ut sponsata copuletur Domino; Plateae et muri ejus ex auro purissimo.
Que nueva viene del cielo, preparada para el tálamo nupcial, para unirse como esposa a su Señor; sus plazas y sus muros son de oro purísimo.
3 Portae nitent margaritis, adytis patentibus; Et virtute meritorum illuc introducitur Omnis qui ob Christi nomen hic un mundo premitur.
Sus puertas relucen de perlas, abierto el santuario; y por la virtud de sus méritos allí es introducido todo aquel que por el nombre de Cristo aquí en este mundo es afligido.
4 Tunsionibus, pressuris expoliti lapides, Suis coaptantur locis per manus artificis; Disponuntur permansuri sacris aedificiis.
Las piedras pulidas con presiones y golpes repetidos son acomodadas en sus lugares por las manos del artesano, son dispuestas para permanecer en los sagrados edificios.
5 Angularis fundamentum lapis Christus missus est, Qui parietum compage in utroque nectitur, Quem Sion sancta suscepit, in quo credens permanet.
Como piedra angular y fundamento es enviado Cristo, que en el ensamblaje de los muros está unido a uno y otro, a quien la santa Sion recibe, en el cual el creyente permanece.
6 Omnis illa Deo sacra et dilecta civitas, Plena modulis, in laude et canore jubilo, Trinum Deum unicumque cum fervore praedicat.
Toda aquella ciudad amada y consagrada a Dios, llena de melodías, en júbilo de alabanza sonora, con fervor glorifica a Dios uno y trino.
7 Hoc in templo, summe Deus, exoratus adveni, Et clementi bonitate precum vota suscipe; Largam benedictionem hic infunde jugiter.
A este templo, oh sumo Dios, vencido por los ruegos ven, y en tu clemente bondad recibe votos y preces; derrama aquí incesantemente tu abundante bendición.
8 Hic promereantur omnes petita acquirere, Et adepta possidere, cum Sanctis perenniter Paradisum introire translati in requiem.
Que aquí todos merezcan obtener las cosas pedidas y poseer las obtenidas, ingresar con los santos para siempre al Paraíso, conducidos al reposo.
9 Gloria et honor Deo usquequaque altissimo, Una Patri, Filioque, inclyto Paraclito, Cui laus est et potestas per aeterna saecula. Amen.
Gloria una y honor en todas partes (y siempre) a Dios altísimo, Al Padre, y al Hijo, (y) al excelso Paráclito, Para el cual (Dios uno -y trino-) es la alabanza por los siglos eternos. Así sea.