Cristo Maestro

 
En este domingo XXXI del tiempo durante el año
Cristo enseña de nuevo el primer mandamiento.
Conviene hoy leer despacio
este pasaje del libro del Deuteronomio: 6,2-6.
Al caer la tarde podemos encender nuestra luz
repitiendo las palabras del salmo 17:
«Yo te amo, Señor, tú eres mi fortaleza».
Con esta confesión de fe
concluimos el mes de octubre
y comenzamos una semana nueva
con la celebración de todos los santos
y la memoria de nuestros difuntos.

 

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Los tres jóvenes en el horno: miniatura mozárabe
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FORMACIÓN sobre la “Nueva Era”; documento de la Santa Sede:

 

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AUDICIÓN: Gloria (hispano-mozárabe)

El pueblo llamaba a Jesús Profeta y Maestro (Mateo 21, 11).
Él mismo dijo a a sus discípulos:

«Vosotros me llamáis maestro y señor, y
hacéis bien, porque lo soy»
(Juan 13, 13).
En la Iglesia hay maestros (Hechos 13, 1; Corintios 12, 28-29)
porque primero son discípulos del Maestro,
testigos de lo que han visto y oído
(Hechos 10, 39).

 

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