¿Qué es la amistad? «Preguntó la vida»
– Es no hablar mal de esa persona aunque no esté, dijo la lealtad.
– Es permanecer con ella en las buenas y en las malas, dijo el apego.
– Es hablar claro y sin mentiras, dijo la sinceridad.
– Es reír con esa persona y llorar con ella cuando se necesita, dijo el sentimiento.
– Es saber que está contigo hasta con los ojos cerrados, dijo la confianza.
– Es extrañarle cuando sale de viaje y alegrarte de volverla a ver, menciono la memoria.
– Es desear que siempre esté bien, dijo el deseo.
– Es darle la mano cuando la necesita, dijo el apoyo.
– Es respirar profundo cuando se equivoca, dijo la paciencia.
– Es no conocerme, dijo la traición.
– Es saber perdonar cuando es necesario, dijo el perdón.
– Es la que está contigo en vida, te acompaña en tú enfermedad, y llora en tu agonía, dijo la muerte.
– Es querernos, contestó el amor.
¡Eso y más, mucho más… es la Amistad!
“Mi mejor amigo es el que saca lo mejor de mí mismo.”
“Los amigos son la familia que eliges.”
“La amistad sólo puede tener lugar a través del desarrollo del respeto mutuo y dentro de un espíritu de sinceridad.”
La verdadera amistad llega cuando el silencio entre dos personas es cómodo…
El verdadero amigo ama en todo momento y es un hermano en tiempos de angustia.
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Monasterio asturiano de El Salvador (Valdedios). [Hipótesis sobre su decoración]
Amistad es pedir ayuda cuando se necesita, dijo la Humildad.
Pacem meam, visigótico.
https://youtu.be/b6dHs_8J5zQ?si=82FKrsYof9bFWi7_
La amistad es oro, dice el Alquimista.
Kirie Angelicum.
https://youtu.be/pAS7dvK7Tlc?si=jhch0dHEuGgFtuXi
Diz o SENHOR :
Se tens um amigo guarda-o como um tesouro.
La Amistad…
El buen amigo, el leal, el alegre, el generoso, el que te es fiel, el que mantiene caliente el hogar, para no dar lugar a que se entibie el cariño, el olvidado de sí, que inclúso aparta todo su sufrimiento, que inclúso le puede haber herido, marcado para siempre en el corazón, y se preocúpa más por tí y por los tuyos. A los que siempre tiene presentes.
Ese que siente una punzada de dolor, si nota un alejamiento en tí, quizá menos desvelo por él y por sus anhelos…
Ese al que, buscando respuesta a ese dolor, le basta con buscar tu mirada y entonces vé la tormenta en tu interior, el desánimo, el desconsuelo, el dolor. Entonces se arma de paciencia y espera…
Pero no se aleja, sino que se acerca más y te mira a los ojos, diciendote con su mirada, tranquila, sin prisas, tomate tu tiempo. No te exige, ni te reprocha, ni te apremia.
Y tu tienes la certeza de que está ahí. Que siempre va a estar ahí.
Que reza por tí y por tus dolores… del alma y del cuerpo.
Ese amigo es por el que darías la vida, sin dudarlo. Ese que es un tesoro que el Señor ha puesto en tu camino y al que debes de cuidar.
¿Por cuantos amigos daríamos la vida?
¿Cuantos amigos así tenemos en nuestra vida?
Por supuesto daríamos la vida por nuestra familia: esposo/esposa, hijos, padres. Hermanos, inclúso aunque la relación sea difícil y a veces irreconciliable… Existe en nuestro interior un vínculo que nadie puede romper, que es el haber estado todos en el mismo vientre. Haber estado en los brazos de la misma madre, de la que todos fuimos protagonistas absolútos, en un momento de su vida.
Por ellos daríamos la vida.
Yo la daría.
Pero la amistad se elige. Y en esa elección todos encontramos conocidos, amigos sociales, buenos amigos de trato, con quienes compartes parte de tu vida, aficiones y devociones. Amigos que tambien, en algúnos casos, te demuestran un afecto sincero. Y por los que das gracias a Dios.
Ojalá todos encontremos en nuestro caminar por la vida, amigos de categoría diez, como lo descrito más arriba. Yo lo he encontrado.
Dios nos bendice siempre y espera de nosotros que seamos instrumentos de PAZ.
Que los queramos como a nosotros mismos,. Pero, bien sabe Él como es nuestra naturaleza.
Ten paciencia con nosotros, Señor y ayudanos a ser buenos amigos. Más cercanos o más lejanos, pero que lo que demos de nosotros mismos, lo demos de verdad. Con el corazón.
Que nada enturbie nuestro afecto sincero y desprendido.
Como sé que me escúchas, Señor…
GRACIAS.
Con María y José, siempre.
Simone Weil afirma que la amistad es una forma implícita del amor a Dios.