El hecho de regalar un buen misterio del «belén»
o un icono de la Natividad del Señor
es un anuncio «plástico» del misterio que estamos celebrando.
Una buena ocasión
es el matrimonio de familiares o amigos
o una fiesta de Reyes.
El Papa Francisco nos ha felicitado las pascuas
con una preciosa Carta sobre el «pesebre navideño»: