El canto de los redimidos (Ap 19, 1ss)

 

Aleluya es una palabra hebrea (Halelu-Yah) que ha pasado sin traducir a todas las liturgias y significa “alabad a Yahvé”.
Es una invitación a la alabanza y expresión de júbilo.
En la liturgia, la asamblea se pone de pie y canta a Jesucristo con esa aclamación pascual de júbilo que es el Aleluya.
Todos recordamos la santa Noche de Pascua en la que el ministro entona por tres veces el Aleluya
elevando gradualmente la voz y repitiéndolo la asamblea.»
(cf. Caeremoniale Episcoporum, 352).

 

Este canto será el distintivo de toda la Cincuentena pascual.
 «El Aleluya tienen por sí mismo el valor de rito o de acto.»
(cf. Introducción al Leccionario, 23).
El Aleluya se canta en todos los tiempos litúrgicos, excepto en el tiempo de Cuaresma.
En la antigua tradición hispana, la despedida de esta aclamación se convirtió en un rito festivo.

Aparición del ángel a las miróforas (Iglesia ortodoxa rusa de Madrid)

***
Jesús Adrián Romero:

 

 

 

 

Alabanza para el día tercero de la semana pascual (martes):

 

«Dios Padre omnipotente,
que te has dignado segregar
al pueblo sediento de la fuente de la fe…
concédenos ser segregados de toda infidelidad
y proclamar con toda nuestra fuerza la Resurrección de tu Hijo.
Y Él, que fue resucitado de los infiernos al tercer día,
nos resucite por la unión de las tres virtudes,
de manera que fortalecidos por
la FE, la ESPERANZA y la CARIDAD,
podamos consolarnos con el premio eterno de la resurrección».
(Oracional visigótico, n. 884, plegaria vespertina)

 

Misa en Loeches, 2020:
cubriendo las ofrendas con el velo.

 

 

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