El Corazón de Cristo

«La devoción al Corazón de Cristo tiene un sólido fundamento en la Escritura.

Jesús, que es uno con el Padre (cfr. Jn 10,30), invita a sus discípulos a vivir en íntima comunión con Él, a asumir su persona y su palabra como norma de conducta, y se presenta a sí mismo como maestro «manso y humilde de corazón» (Mt 11,29). Se puede decir, en un cierto sentido, que la devoción al Corazón de Cristo es la traducción en términos cultuales de la mirada que, según las palabras proféticas y evangélicas, todas las generaciones cristianas dirigirán al que ha sido atravesado (cfr. Jn 19,37; Zc 12,10), esto es, al costado de Cristo atravesado por la lanza, del cual brotó sangre y agua (cfr. Jn 19,34), símbolo del «sacramento admirable de toda la Iglesia».

El texto de san Juan que narra la ostensión de las manos y del costado de Cristo a los discípulos (cfr. Jn 20,20) y la invitación dirigida por Cristo a Tomás, para que extendiera su mano y la metiera en su costado (cfr. Jn 20,27), han tenido también un influjo notable en el origen y en el desarrollo de la piedad eclesial al sagrado Corazón.

Estos textos, y otros que presentan a Cristo como Cordero pascual, victorioso, aunque también inmolado (cfr. Ap 5,6), fueron objeto de asidua meditación por parte de los Santos Padres, que desvelaron las riquezas doctrinales y con frecuencia invitaron a los fieles a penetrar en el misterio de Cristo por la puerta abierta de su costado. Así san Agustín:

«La entrada es accesible: Cristo es la puerta.
También se abrió para ti cuando su costado fue abierto por la lanza.
Recuerda qué salió de allí; así mira por dónde puedes entrar.
Del costado del Señor que colgaba y moría en la Cruz salió sangre y agua, cuando fue abierto por la lanza.
En el agua está tu purificación, en la sangre tu redención» (Direct Pied /Lit 167s).

 

Audición: Cerca de Ti

 

«Yo soy la Puerta» dice el Señor.

2 comentarios en “El Corazón de Cristo

  1. Seguramente los Santos Padres habrán meditado sobre el enviado a vendar los corazones; recuerdo esta cita y su recita:
    ‘El espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha ungido. El me envió a llevar la buena noticia a los pobres, a vendar los corazones heridos, a proclamar la liberación a los cautivos y la libertad a los prisioneros, […]’ [Isaías 61, 1].
    Tras leérselo en la sinagoga de Nazaret:
    ‘Él empezó diciéndoles: «Hoy en presencia vuestra se ha cumplido este pasaje de la escritura» [Lucas 4, 21]

    Feliz día del Sagrado Corazón de Jesús.

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