El derecho a la esperanza


 

«La noche de Pascua “conquistamos” un derecho fundamental, que no nos será arrebatado: el derecho a la esperanza; es una esperanza nueva, viva, que viene de Dios.

No es un mero optimismo, no es una palmadita en la espalda o unas palabras de ánimo de circunstancia, con una sonrisa pasajera. No. Es un don del Cielo, que no podíamos alcanzar por nosotros mismos: “Todo irá bien”, decimos constantemente estas semanas, aferrándonos a la belleza de nuestra humanidad y haciendo salir del corazón palabras de ánimo.

Pero, con el pasar de los días y el crecer de los temores, hasta la esperanza más intrépida puede evaporarse.

La esperanza de Jesús es distinta, infunde en el corazón la certeza de que Dios conduce todo hacia el bien, porque incluso hace salir de la tumba la vida».

***

Tal día como hoy, en el año 387,
en Milán, Ambrosio bautizaba a Agustín.
Ambos, con san Jerónimo, san Gregorio
y san Isidoro
serían los grandes Padres 
de la Iglesia de Occidente.

2 comentarios en “El derecho a la esperanza

  1. Agustín es entrañable y transparente porque escribió las Confesiones.
    Lástima que Isidoro no tenga un texto tan cercano.
    ¿O lo tiene y lo desconozco?

    La esperanza es fuerte aún, intrépida, confiemos que no se «evapore».

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