Una vez más volvemos a Qumrán.
Un paisaje sobrecogedor. No es la luna.
Es la tierra a casi 400 metros
por debajo del nivel del Mediterráneo.
Al fondo el Wadi seco
que recuerda intempestivas
y caudalosas riadas esporádicas.
La cueva 7 se exhibe orgullosa
ante los miles de turistas que la fotografían.
Al fondo el Wadi busca el Mar Muerto…
La carretera en dirección a Masada y al Sinaí
serpentea con color de plata.
Desierto de Judá, a las afueras de Belén, camino de San Sabas.
Enfrente las montañas de Moab, desde donde el pueblo de Israel diviso la Tierra Prometida.
El desierto atrae, llama… Pero tiene sus riesgos
Un paraje aparentemente tan falto de contenido, y sin embargo cuantas cosas y hechos sucedieron ahí que han influido y marcado a las personas a lo largo de muchas generaciones y para siempre.
Es un poco la imagen de «la humildad» que sin ser notoria, con el tiempo cala y deja huella en las personas con persistencia y profundidad.
Desierto es un despoblado. Desierto es un lugar seco o un lugar de vejetación desbordante, pero sin habitantes. Los monjes buscaban lugares desiertos, siempre muy hermosos y con una fuente o río para instalar un monasterio, lejos de las ciudades. Desierto es, aun estando entre los tuyos, familia, amigos, vecinos… encontrarse interiormente en un despoblado.
Y «una voz grita en el desierto»…