
“El Bautismo es el camino
que lleva desde el reino de la muerte a la Vida;
la puerta de entrada a la Iglesia
y el comienzo de una comunión permanente con Dios.
[cf. Catec. 1213-1216, 1276-1278].
El Bautismo es el Sacramento fundamental
y la condición previa de todos los demás sacramentos.
Nos une a Jesucristo, nos introduce en su muerte salvífica en la Cruz,
y por ello nos libera del poder del pecado original
y de todos los pecados personales
y nos permite resucitar con él a una vida sin fin.
Puesto que el Bautismo es una alianza con Dios,
el hombre debe dar su «sí» a Dios.
En el bautismo de niños los padres confiesan la fe
en representación de su hijo”
(Youcat 194).

Pila bautismal con ornamentación floral (Sagrado Corazón, Fareham)


Difundamos que cada martes se celebra la misa en Rito Hispano-Mozárabe en la Basílica de la Concepción (19 h.).
El bautismo es para nosotros lo mismo que fue para Jesus: el inicio de una nueva vida. Está presente en ese momento la Santísima Trinidad, como lo estuvo el el Bautismo del Señor. La clave está en como vivimos ese privilegio de ser bautizados.