En la alegría de la Pascua

 

Luz es solo un nuevo nombre para designar la vida,
y vida un nuevo nombre de alegría.
Por ello, durante la santa Pentecostés
(los cincuenta días entre Pascua y Pentecostés),
en que se nos manifestó la luz, la vida y la alegría de Dios,
resuena jubiloso el canto del <Aleluya>”.
(Odo Casel)

 

¡Feliz Pascua en la Resurrección del Señor!

 

Alleluia quíntuple -en escritura visigótica- del Liber canticorum de la tradición mozárabe
(ms. 2668, Univ. de Salamanca)
Salmo 62,4: Labia mea laudabunt te, domine (Mis labios te alabarán, Señor)

 

***
Los textos del formulario de la Misa en Rito hispano:

 

 

 

Tal día como hoy, murió san Isidoro en Sevilla (4 abril 636).
En 1063 el rey Fernando de León hace trasladar su cuerpo desde la sede hispalense hasta la capital de su reino.

 

De este «doctor egregio» se lee en Codex Calixtinus:
«En la ciudad de León,
se ha de visitar el venerable cuerpo de San Isidoro, obispo y confesor o doctor,
quien estableció una piadosísima Regla para los clérigos de su iglesia,
infundió sus doctrinas al pueblo español
y honró a toda la santa Iglesia con sus floridos escritos».

 

La tradición hispana le hace autor de la plegaria
para la Bendición del Cirio Pascual,
la llama que arde durante la Cincuentena.

 

Ya que la fiesta del santo hispalense puede caer en Pascua,
como es el caso,
la Iglesia en España le recuerda el día 26 de abril.

AUDICIÓN (Aleluya):

 

 

Rezamos hoy esta invocación a Jesucristo:
«Te entregaste a la muerte…
Abriste las puertas del sepulcro al tercer día,
cuando volviste de los infiernos
y fuiste hacia lo alto,
tras destruir el poder de la muerte»
(Oracional visigótico, n. 872)

 

 

Este maravilloso himno pascual del Oficio de Vísperas
atravesó Los Pirineos y se incorporó a
nuestra antigua liturgia hispana:

 

 

6 comentarios en “En la alegría de la Pascua

    • Emiliana Iohr. Misterios Pascuales.

      «Pero ahora lo sabemos ya: el
      sepulcro está vacío. Se ha aparecido el Ángel y ha
      anunciado la resurrección «‘ . El sacrificio está consumado. Hemos comido la carne del Cordero pascual,
      hemos pasado al otro lado. No nos queda más que.
      una cosa por hacer: obedecer al mandato del Ángel. Anunciar la resurrección a los que buscan, a
      los que dudan, a los que no creen: «No está aquí.
      Ha resucitado, como lo había dicho» «Buscad las
      cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios; pensad en las cosas de arriba, no en
      las de la tierra» ‘» .

  1. ¡ Feliz Pascua ! A veces se nos olvida que el Señor está a nuestro lado desde entonces… Que Dios nos conceda la gracia de sentir su presencia en nuestra vida.

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